Guía práctica de préstamos por tu coche
¿Sabíais que tenéis la posibilidad de obtener financiación aun estando en los ficheros de morosidad como la ASNEF o RAI? Pues sí, y es muy fácil y rápido. Solo necesitáis tener a tu nombre un coche. La demanda de estos préstamos va al alza y así lo confirman numerosas empresas que han decidido especializarse en este importante nicho que se abre en la economía.
Y si tú sois de los que andan buscando información al respecto, este artículo te será de gran ayuda. Aquí te dejamos una guía práctica para que tu camino no sea tan azaroso y puedas conseguir el mejor préstamo posible. No dejéis de leer que te lo explicamos todo.
¿De qué se trata esta modalidad de préstamo?
Se trata de una modalidad de financiación en la que usas tu coche como hipoteca o fianza. Funciona a modo de empeño, de tal manera que se te concederá un préstamo que puede alcanzar el 80% del valor del coche que dejarás como garantía. Dinero que deberéis devolver en el tiempo establecido en el contrato. En otras palabras, es una forma de financiación con aval.
Algo muy importante que debéis tener claro, es que si aceptáis el trato estaréis obligado a devolver la cantidad total del préstamo. A lo que hay que sumar los intereses, y en ambos casos en los plazos fijados. De no cumplir con lo anterior, el prestamista se quedará con tu coche para saldar la deuda.
Una característica importante de esta modalidad de financiación, es que aun empeñando tu coche podéis seguir usándolo.
¿Quiénes pueden optar por estos préstamos?
Estos préstamos están dirigidos a las personas impedidas de acceder a las formas de financiación tradicional. Entre los casos más comunes destacan quienes aparecen en las listas de morosidad, como la ASNEF o RAI. Pero también son muy empleados por quienes no cuentan con una fuente de ingresos estable o simplemente se encuentran de paro.
Aquí lo que se requiere es que el solicitante tenga a su nombre un coche que pueda servir de garantía. Si es tu caso, no te preocupéis que ¡podéis conseguir dinero en cuestión de minutos!
¿Cuánto puedo obtener por mi coche y cómo sería la devolución del préstamo?
La cantidad de dinero a recibir dependerá tanto de la antigüedad como de las condiciones del automóvil. Recordemos que el interesado puede conseguir una financiación hasta por 80% del valor del coche. Esto significa que en algunos casos se pueden obtener hasta € 20.000.
No obstante, el importe va a depender de la compañía prestamista. Esto es porque muchas de estas entidades de financiación solo aceptan como garantía modelos de coches con menos de 10 años en el mercado.
Pero si buscas bien podréis encontrar compañías que si aceptan coches un poco más antiguos.
En cuanto a las devoluciones, vale saber que la mayoría de estas casas prestamistas ponen a disposición del interesado diferentes planes. De esta manera el cliente puede ajustarse a sus necesidades. Esto dignifica que puede escoger los plazos de pago como mejor le parezcan, pudiendo ser en días, semanas, meses o años. Pero claro que todo esto debe quedar asentado de manera clara en un contrato.
Intereses y costes
Los intereses de los préstamos por tu coche van a variar dependiendo de la casa de empeño escogida. Estos por lo general se ubican entre el 8% y el 20% de la TAE o Tasa Anual Equivalente.
Es conveniente saber que en muchos casos de estos cálculos no son contemplados algunos importes. Entre estos podemos mencionar:
- Pago de la tramitación
- Comisiones de impuesto
- Intereses de mora
De tal manera que estos gastos corren por cuenta del solicitante.
Afortunadamente los servicios de valoración y tasación, son asumidos por la casa de empeño, lo que disminuye el pago final del préstamo.
Requisitos para solicitar un préstamo por el coche
Como ya hemos adelantado, la tramitación de esta modalidad de préstamos es muy sencilla. No obstante, aquí te listamos los requisitos más importantes que exigen las casas de empeño para darte el dinero. Veamos:
- Ser el propietario legal del coche que pondrás como garantía.
- Tener la documentación del coche al día (impuestos de circulación e ITV, entre otros).
- El coche debe estar pagado en su totalidad.
- La antigüedad del coche no debe superar los 15 años (mejor si es menor de 10 años).
- Ficha técnica del automóvil.
- DNI o pasaporte vigente del solicitante.
- Copia de la última nómina laboral justificar los ingresos personales.
Procedimiento para solicitar un préstamo por el coche
El trámite de estos préstamos suele es rápido y sin ninguna complicación. Tanto así que puede efectuarse en apenas minutos y de manera virtual. No obstante, te dejamos aquí algunos consejos a seguir para que obtengas un préstamo en línea con tu coche como garantía:
- Selecciona la casa de empeño que mejor oferta os haga y cumplimenta el formulario de solicitud que aparece en su sitio web.
- Hecho lo anterior, debéis esperar a que te contacte un asesor financiero de la casa de empeños que escogisteis. Dicha persona te ampliará la información respecto a los planes, condiciones del préstamo, cuotas, tazas y plazo de devolución total del crédito.
- Una vez sea aprobada tu solicitud, deberéis firmar el contrato del préstamo. Luego queda aguardar a que la cantidad convenida sea depositada en tu cuenta bancaria en un plazo no mayor a 24 horas.
Consideraciones importantes
Es cierto que hemos dicho que la tramitación de estos préstamos es fácil y rápida, pero no por ello debemos descuidarnos. Debéis tener muy presente que quedarás obligado a cumplir con las cláusulas del contrato, so pena de perder tu coche. De tal manera que conviene estar muy atento de todo el procedimiento. Para que no tengas ningún sobresalto aquí os dejamos dos consideraciones importantes a evaluar antes de firmar:
- Asegúrate de que lo que vas a firmar es una compra-venta o si se trata de un préstamo donde tu coche funciona como aval. La precaución no es infundada, ya que lamentablemente hay casas de empeño que solapan sus intereses, llegando a causar graves daños patrimoniales al cliente.
- Cuando corresponda la devolución, por lo general podéis hacerla a través de pagos con tarjeta de crédito o transferencia bancaria. Por supuesto que siempre cumpliendo con los plazos fijados en el contrato.